De cara al horizonte: agosto 2010

jueves, 19 de agosto de 2010

Palabras

Dulce brisa marina que atosiga mi garganta con su aroma a sal. Sol radiante que abrasa mis poros sin piedad. Luna solitaria y presumida, idolatras tu reflejo en la mar, que se revuelve furibunda para librarse de tu imagen fantasmal. Verdes prados, sombríos arboles, que lloráis amargamente al amanecer, y escondéis en vuestras lágrimas los pesares de las gélidas noches, tristes y aletargantes, que se alzan en el cielo y lo cubren todo con su manto de hielo. Qué bellas aquellas palabras que parecen no decir nada. Qué burdas las que se apelotonan sin saber si salen o si entran, si vienen o si van, si tras ellas aguarda un punto y seguido o el final de una historia sin terminar.