martes, 11 de agosto de 2009
Show must go on
Frío, nubes, lluvia. Las gotas se estrellan furiosas, para luego deslizarlse como lágrimas del cielo, contra una ventana. Detrás de esa ventana, un hombre. Detrás de ese hombre, un alma, y detrás de ese alma, un hombre. Sentado en la cama, mirando a través del empañado cristal, piensa. Pensando, rompe los barrotes. Dolor, rabia, frustración, fluyen por todos lados, hartas de la prisión de la razón. Y el hombre llora. Y cierra los puños, clavando las uñas en sus propias manos. Y llora, porque los hombres también lloran. Maldice cada instante de su vida, odia cada átomo de su cuerpo, repudia todo cuanto le pertenece. El grifo se cierra, la cárcel se abre. La razón ha vuelto, el dolor ha encerrado. Y se levanta. Después de la noche viene el día. Día triste y amargo, día obligado. La cama está vacía. Frío, nubes, lluvia. Detrás de la ventana, una cama. Debajo de esa cama, un charco. En ese charco, lágrimas, recuerdos. Recuerdos de un hombre que odió, lloró y sufrió, y que siguió con su vida. Show must go on.
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1 comentario:
Vuelvo al blog tras una semana de ausencia, muy buena tu entrada, cada día te superas =)
Por cierto, yo no fui la del tenedor, ojalá hubiese estado de vacaciones en Portugal jeje
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