De cara al horizonte: Y al final, volver a empezar.

lunes, 21 de junio de 2010

Y al final, volver a empezar.

Y llegará el mañana. Y las nubes se volverán de color púrpura, maltratadas por el viento que las empuja violentamente unas contra otras. Y estas llorarán en silencio más tarde, volviéndose negras de luto, después, blancas de indiferencia y, al final, desaparecerán tan pronto como vinieron, dejando tras de si un charco de lágrimas que servirá de consuelo para las nubes venideras. Y así llegará el mañana, con los ojos cerrados, con la boca abierta, con la mente en blanco. Y cuando sea mañana, miraré al cielo y preguntaré con rabia e indignación qué fue de mi ayer, que sucedió con todo aquello que dejé a mis espaldas para no perder el camino de vuelta. Consternado me doy cuenta de que no hay regreso, no se puede volver a empezar. Ni si quiera puedo parar, pues algo me empuja a andar en contra de mi voluntad, como mi corazón, que latirá hasta que la mera voluntad no sea suficiente. Y al mirar a los lados, todo pasa deprisa, corriendo.

Al cabo de un tiempo, encontró un banco. Y detrás de él, una línea difusa. Y detrás de la línea, oscuridad. Cansado, se sentó en él. Todo su cuerpo, todo su ser, agradecieron el descanso. Una brisa ligera comenzó a soplar, refrescante, relajante. Cada vez se fué hundiendo más en el banco, hasta que llegó el punto de no poder levantarse jamás. No importaba, tampoco quería. Súbita pero pausadamente, la brisa sopló más y más fuerte, y poco a poco, el viento se llevaba su cuerpo en forma de arena. Se difuminaba en el espacio, en el tiempo. Cuando toda la arena se hubo ido, una pequeña hoja apareció en su lugar. La oscuridad se replegó sobre sí misma, y suavemente la línea cambió, se desplazó. Detrás de la planta, nada. Delante, un pequeño sendero surgió. Al terminar estas últimas líneas, alguien avanza ya, firme e inevitablemente, hacia el próximo banco.

5 comentarios:

Lea Salomé dijo...

¡Qué bella alegoría...! La vida no tiene marcha atrás, es puro devenir que escapa a nuestro afán de control.
Venimos al mundo con los ojos cerrados y la mente en blanco; vamos creciendo, abriendo los ojos y llenando de contenido la mente; y al final retornamos a ese misterio del que algún día surgimos. "Polvo eres, y en polvo te convertirás..."
Y por cada vida que acaba su experiencia en este mundo, otra que empieza su camino de retorno; a esto algunos lo llaman Tao...
Enhorabuena por la lucidez y la belleza de todo lo que escribes.
Como madre, un gran abrazo cariñoso de mi parte; como enamorada de la literatura, respeto y admiración por lo que haces.
Te quiero.

Naia Marlo dijo...

¡Fascinate! ¡como has descrito tu estado de ánimo, tan bellamente!
El pasar de tu vida, de los instántes vividos, del fluir, dejarte llevar, observar...Sé lee el texto de un tirón..no te deja descansar y a la vez saboreando cada frase.

Un placer leerte, Ángel

Te dejo un abrazo silencioso envuelto en aromas divinos,

Naia

Recuerdos olvidados dijo...

Parece que yo no soy la unica melancolica Angel, no hay vuelta al principio, pero lo que pasa, es que cuando miras atras, yo por lo menos, ni siquiera se el momento en el que empecé.
No estes triste que ya has terminado!
y a seguir con el camino paso a paso aunque sea por inercia :)

Dr.T dijo...

Hola..

Me estaba dando un viajecito por los blogs participantes en los premios, y me encanto el tuyo.

Felicidades y te deseo mucha suerte!!

Te invito a visitar el mío Dr.T.
http://tolldr.blogspot.com/

Ana Vázquez dijo...

Jo, me ha encantado lo que me has dicho MUCHO MUCHO! Eso sí que ha sido precioso.
Ah, y no tienes por que decir las gracias. Te lo merecías :)