Fría noche de escarcha,
preludio de la primavera
que hielas mi sangre,
que mi corazón desesperas.
Largos suspiros del alma,
gritos que enmudecen,
que se escapan furtivos
de mi boca llena de dientes.
Tus palabras aún retumban,
vibran, con fuerza se sienten,
y a mi corazón mienten
esperando paciente que sucumba.
Busco entre las estrellas
aquellas que iluminen el camino
que empieza en mi deseo
y acaba en tu corazón.
Mas todas ellas parpadean
y en ellas brilla el sinsentido
que deslumbra a Morfeo
y anonadado pierde la razón.
Y su descuido
causa mi desvelo
que perturba mis anhelos
y envenena mi soñar,
que no llega
ni se le espera,
y con nostalgia
se mira atrás.
Con los ojos abiertos,
abierta el alma herida,
me hierve la sangre
aunque mi voz tirita.
Busco y no encuentro
motivos para no darte
los 'te quiero' que escondo
y que comienzan a ahogarme.
Quiero razones que calmen mi corazón,
mas las razones son mías,
tuyo es mi amor,
que tras mis miradas aguarda
con recelo
el momento de decirte adiós.
Fría noche de escarcha,
preludio de la primavera
que con fuerza mi sangre altera
y alimenta la sinrazón
que es este quererte tan vehemente
que lo nubla todo de melancólica pasión.