De cara al horizonte: Las palabras nocturnas

lunes, 16 de noviembre de 2015

Las palabras nocturnas

En medio de la oscuridad
pesan más las palabras,
se caen y, con gran estruendo,
el suelo consiguen resquebrajar.

Cuando todo es negro
y los ojos nada ven,
enmudece la lengua,
ahogando el alma en gritos.

En la noche, las palabras queman,
y allá donde cicatrices hubiera,
escuecen, se abren de par en par,
y la sangre enturbian y envenenan.

Nada se ve, nada se escucha,
y temerosos, nadie nada dice
cuando, tumbados boca arriba,
esperamos el sueño con desdicha.

Cuán ridículo se siente
una palabra en la oscuridad,
qué lógico a veces parece
derramar una lágrima, suspirar.

Cruel y paradójico es
pensar en qué decir
cuando nadie puede escuchar.

Estúpido, ilógico y fácil,
tragarse las palabras
en medio de la oscuridad.

Se caen, se desmoronan,
del cuello tiran,
en el alma se amontonan,
hasta que en la noche se pierden
y dejan su amargo sabor en el paladar.

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