"Los placeres violentos terminan en la violencia,y tienen en su triunfo su propia muerte..."
Hay cosas que nacen por la explosión de sentimientos, que son tan extraordinarias que su existencia depende siempre de un fino hilo del que penden constantemente. Cosas poco comunes, peculiares, extraordinarias, cuya diferencia radica en su propia inviabilidad, en su inexplicable existencia frente a viento y marea. Pero hay mareas y vientos que no siempre se pueden salvar.
Y dicen que el capitán se encerró a bordo y se agarró al timón. Fuera el mar rugía clamando venganza, pidiendo para sus adentros los restos de un navío que maltrecho nació, que maltrecho de mucho sirvió y que maltrecho destinado moriría. Y el capitán sabía que todo iba a terminar, y deseaba el fin de todo porque todo era igual pero nunca era parecido. Los rayos atraviesan el cielo, los truenos el alma, mientras un barco avanza maltrecho, como siempre, con maltrecho brío, esperando un mejor final que arrastrarse entre cabo y cabo con lastimoso navegar.
...del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz." Romeo y Julieta.
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