De cara al horizonte: Carne débil

viernes, 24 de mayo de 2013

Carne débil

Duerme, furia criminal,
en tu vaso de cristal,
que la noche apremia
y la inmensidad me asedia.

Regresa, voluntad perdida,
que el tiempo es vida,
y la mía sufre a oscuras
tu ausencia y mi locura.

Calla, piano muerto,
en tu melodía me retuerzo,
y alimento mi osadía
de esperar despierto al día.

Eterna, noche cerrada,
que amamantas mis sueños,
y ambientas mis pesadillas
de niño pequeño.

No te vayas, vive siempre,
que tu oscuridad me entretiene,
y a mi ignorancia embelesa
cuando conviene.

Despierta, furia criminal,
rasga iracunda mi alma,
que ilusa creyó engañarme
cuando sin mí no es nada.

Envenena tus garras,
abre tus ojos para los míos cerrar,
acaba conmigo,
quiero con todo volver a terminar.

Olvídame, voluntad perdida,
pues yo ya no tengo vida,
hasta que vuelva a despertar.

Mi furia acabó conmigo
yo a mí mismo quise matar,
pues solo muerto puedo resucitar.

Carne débil, mente de acero,
que en la noche sucumbes
al fuego que yo mismo creo.

Siempre mal, siempre a oscuras,
pero al final sé cuándo acabar,
guiñándole uno ojo al futuro
que tras la muerte pienso devorar.

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