martes, 14 de diciembre de 2010
La baldosa picuda
Qué decirte cuando no sé ni qué decirme. Qué hacer después si ni si quiera sé qué voy a hacer ahora. Cómo parar esta película que va demasiado deprisa, cómo poner un punto y seguido para descansar, con sumo cuidado para no confundirlo con un punto y final. En las noches hallo la desesperación que en el día me consume. En el día encuentro el agotamiento que por las noches me desespera y no me deja dormir. Cuerdas que me atan, manos que me liberan. Cómo evitar que la bola ruede más y se haga más y más grande, cómo terminar con lo que nunca debió empezar. Quiero el cómo y el porqué, el cuándo y el dónde de tantas cosas que me pierdo entre ellas. Volver a cerrar los ojos y encontrar la paz, sentir el corazón latir con dignidad. Levantar la cabeza al cielo sabiendo que puedo andar sin encontrarme una baldosa picuda con la que tropezar.
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1 comentario:
Chacho, tómate unas vacaciones.
Menos mal que pronto es Navidad.
=)
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