Palabras que se rompen en mil pedazos,
pedazos que se convierten en palabras,
afiladas, hirientes, desvergonzadas.
Momentos graves, profundos, eternos,
eternidades que se convierten en momentos,
que se estancan, se pierden y alargan.
Sentimientos fuertes, invencibles, que aún asi
se desvanecen en el tiempo, como un suspiro
en el aire, como un lamento en el viento.
No hay lógica alguna, ni siquiera razón,
sólo un incansable corazón empecinado
en hacer de su verdad un sol
que ilumine la oscuridad
con la que la soledad esconde las lágrimas
de un alma errante pero no distante.
No hay motivos para el amor,
tampoco para el odio,
sólo hay pequeñas rabietas
del alma que la razón no comprende
ni entiende, tampoco tiene por qué.
El tiempo juega a ser el dueño
de un mundo que le pertenece
aunque nosotros creamos tener derecho
de hacer siempre lo que uno siente.
pedazos que se convierten en palabras,
afiladas, hirientes, desvergonzadas.
Momentos graves, profundos, eternos,
eternidades que se convierten en momentos,
que se estancan, se pierden y alargan.
Sentimientos fuertes, invencibles, que aún asi
se desvanecen en el tiempo, como un suspiro
en el aire, como un lamento en el viento.
No hay lógica alguna, ni siquiera razón,
sólo un incansable corazón empecinado
en hacer de su verdad un sol
que ilumine la oscuridad
con la que la soledad esconde las lágrimas
de un alma errante pero no distante.
No hay motivos para el amor,
tampoco para el odio,
sólo hay pequeñas rabietas
del alma que la razón no comprende
ni entiende, tampoco tiene por qué.
El tiempo juega a ser el dueño
de un mundo que le pertenece
aunque nosotros creamos tener derecho
de hacer siempre lo que uno siente.
2 comentarios:
Sí que hay motivos y no, no somos dueños. ¡Que tengas una mágica noche de reyes!
Que te traigan sentimientos, soles y poquitas poquitas lágrimas y que éstas sean de alegría. Empiezo a parecerme a la gata jaja
Y parece que tenemos mucho tiempo, pero nunca lo tenemos, nos tiene él a nosotros mucho antes de que sepamos si quiera que existe. Me gustó Angel, hacía mucho que no me pasaba por aquí
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