sábado, 31 de diciembre de 2011
Sin regalo
Ya te vas, estás diciendo adiós. Y el siguiente es tan maleducado que no
espera a que hayas abandonado la sala. Todo el mundo agita sus manos y
esboza sonrisas, algunas reales, otras falsas. Y tras de ti has dejado
lo mismo que otros, solo que con otra forma. Has dejado amor, has dejado
tristeza, soledad, esperanza, problemas, soluciones. Has traido la
muerte y también la vida. Has dejado un poco de todo, puede que no a
partes iguales, pero siempre has cultivado los dos lados del yin y yang.
Y el que viene, al que todo el mundo recibe con alegría e
incertidumbre, poco más podrá hacer, simplemente, adornarlo para que
parezca distinto. La alegría cobrará nuevas formas, la espranza otros
colores, la tristeza tendrá nuevo disfraz... pero, al fin y al cabo,
todos estarán en la gran fiesta que es la vida. Yo he venido sin regalo,
espero poder pasar y dentro encontrar algo. De momento, me voy de la
anterior con las manos llenas, de cal y de arena, pero no me pararé a
separarlas. Lo tiraré todo al suelo y a ver qué encuentro por el camino.
Sea lo que sea, pido al cielo tener fuerzas para recogerlo. Hay cosas
que son imposibles y sólo imaginarlas es una maravilla. Maravillosamente
dolorosa.
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