Y
en el fondo sé la verdad, y no tan en el fondo también. Y sin embargo
hago como que todo va sobre ruedas bajo la luz de la luna a pesar de que
hay más sombras en la noche que gotas de agua en el mar. Me preguntas,
entonces, por qué y yo te respondo y por qué no, que qué sentido tiene
saber siempre la verdad, que es más valiente a veces el que se miente,
porque él tiene agallas para caminar entre la penumbra de la
incertidumbre y no entre la claridad de la penosa certeza. Y tú me dirás
que qué sentido tiene y yo te responderé que no lo sé, pero puedo
decirte que si todo tuviera un porqué no existiría el amor. Las cosas
dependen de cómo se miren, lo cual puede ser muy peligroso. El tiempo
pasará y te dará la razón mientras yo me ahogo en un mar de pesares.
Pero tu risa retumbará en un corazón marchito y amargo, mis lágrimas
brotaran de uno triste pero vivo, vivamente desilusionado, aunque sea
solo durante el tiempo que tarda una ola en llegar a las rocas. Las
cosas dependen de cómo se miren, lo cual puede ser muy peligroso.
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