De cara al horizonte: The abruptness of heartbeats

miércoles, 7 de marzo de 2012

The abruptness of heartbeats

Hay noches que se disfrazan de días, noches en los que la esperanza brilla más que el sol. Hay días tan negros que ni un millón de estrellas los podrían alumbrar. Hay palabras que no significan nada y suenan mucho, hay otras que nunca se escuchan y dicen tanto que podrían resumir toda una vida. Las hay que vienen y van y no encuentran su lugar en el mundo, otras que nunca pueden salir y se revuelven enrabietadas en la boca de algún pobre infeliz. Latidos que no se sienten por otros que hacen vibrar hasta los huesos, besos que no emocionan nada por miradas que ponen el mundo patas arriba. Hay decisiones que no se piensan y son vitales, otras que quitan el sueño sin merecerlo.
Entre días oscuros y noches brillantes, entre palabras que no salen y las que no deben salir, entre latidos y besos, miradas y elecciones, entre suspiros y decisiones transcurre la vida mientras intenta sin éxito elegir el término medio. Pero en el medio todo es la mitad de algo, la mitad de la tristeza, la mitad de la alegría, la mitad del amor, un quiero y no puedo. Y aunque quisiera, no podría, porque los latidos son bruscos, porque bruscas son las emociones, porque la vida del hombre es el límite de la naturaleza, la cúspide del caos, el mayor sinsentido que la física puede soportar.
Hoy ha buscado una mirada en la que perderse, una palabra para enamorar, una elección rápida a algo que no puede ni pensar. Entre los granos de arena, al borde del mar, de cara al horizonte, busca la verdad. Pero la verdad es que la verdad no existe, sólo es la excusa para no querer volar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy profundo, felicidades crack