De cara al horizonte: Feeling... free?

domingo, 18 de marzo de 2012

Feeling... free?

Cómo le gustaría volar libre y dejar atrás las rejas de la vergüenza, la tristeza de la verdad que se esconde tras cada risa enlatada. Cuánto daría por sólo tener un segundo de libertad, dejar que su alma gritara hasta reventar, que su corazón latiera sin miedo a ser escuchado y espantar a las palomas. Todo depende de él, y en realidad él no puede hacer nada. No puede porque no quiere, pero en realidad quiere con toda su alma. La vida le pide paciencia, pero él ya no puede esperar, está cansado de aguardar que un par de copas lo solucionen todo si al final no hacen más que estropear. Está agotado de creer que tras un par de preguntas disfrazadas puedan estar las respuestas que tanto ansía escuchar, de leer en chino lo que claramente no lo es, de darle tantas vueltas hasta que parezca que es lo que no es, y para darse cuenta al final de que no es lo que es.
Y en medio de la noche, aguardando el amanecer por no quererte despertar, se imagina a sí mismo donde realmente le gustaría estar. Y llegará el día en el que no pueda más y rompa a llorar o rompa el mundo en tantos pedazos que nunca más los quieras pegar. Y tus dedos, que siempre asomaron más allá de donde uno se cabe preguntar, trazarán el camino de vuelta a la indiferencia que tras la verdad espera encontrar el momento de ponerlo todo patas arriba y sin desayunar. Cómo le gustaría ser libre para poder buscar en el diccionario las palabras que no se atreve a pronunciar, aquellas que amarillean de antigüedad, las que retumban en su cabeza pero se pierden en el paladar, las que se hilvanan junto a los suspiros que el tiempo guarda en una frágil caja de cristal.

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